Descripción
El arte que se generó y difundió en Rusia a principios del siglo XX constituye una de las expresiones socioculturales más interesantes de la historia contemporánea.El país se convirtió en centro neurálgico de las vanguardias artísticas, que crecían de la mano de la nueva sociedad impulsada por la revolución de 1917.
En este caso, la creatividad innovadora no fue consecuencia de la revuelta social sino que acompañó a esta desde el principio, convirtiéndose en un auténtico motor que hizo del arte abstracto algo inherente a la vida de las personas y las colectividades.
La exposición se centra en dos artistas de referencia, Marc Chagall y Kazimir Malévich, para articular un recorrido por las artes plásticas de la época y su relación/influencia en la Revolución de Octubre y sus consecuencias posteriores.
Entre las obras seleccionadas hay además piezas de artistas como Kandinsky, Popova o Ródchenko, fundamentales para comprender la historia del arte del siglo XX.
La muestra, comisariada por Jean-Louis Prat cuenta en su recorrido con un elenco muy amplio de nombres y se destaca una amplia presencia femenina.
Aunque se centra en pintura, da cabida también a otras piezas que prueban las múltiples direcciones en que caminó entonces una vanguardia que quería extenderse a la vida: esculturas, libros de artista, escenografías o incursiones en el diseño gráfico.
Estructura de la exposición
“De Chagall a Malévich: el arte en revolución” se estructura en ocho secciones dedicadas a una treintena de autores de origen ruso que se acercaron individual o colectivamente al arte.
Goncharova, Malevich, Konchalovski o Mashkov que se centraban en las formas del arte popular y tradicional ruso con las técnicas postimpresionistas, que concedían primacía a la representación de las impresiones de la naturaleza frente a su mera imitación.Aquella corriente alcanzó visibilidad gracias a la sociedad La Sota de Diamantes, en cuyas exposiciones confluyen Chagall y Malévich.
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