JazzMadrid19 ofrece más de un mes de jazz en directo sembrado por todo Madrid. Son más de 130 conciertos, coloquios, proyecciones de cine, recitales de danza y poesía.
Regresa el jazz a Madrid y la ciudad entera se convierte en un gran escenario en el que, durante un mes, es posible localizar actividades para todos los públicos y en todos los distritos.
Un cartel repleto de supernovas del jazz, con una ubicación que tiene como sedes centrales el teatro Fernán Gómez y CentroCentro, y un buen número de primicias con las que sorprender, cada año, a quienes acuden a la cita.
La diversidad estética, la visión contemporánea y aventurera, el jazz vocal y el blues, la expresividad flamenca o la oferta local son algunas de las señas de identidad de la programación JazzMadrid19, diseñada por el periodista y crítico musical Luis Martín en la Dirección Artística.
En esta ocasión, la diversidad estética vuelve a ser protagonista. Abre el Festival un concierto del último cuarteto del pianista Herbie Hancock, y concluye, finalizando el mes de noviembre, con la actuación del quinteto del también pianista Moisés P. Sánchez. Y, en medio de ambas comparecencias, un conjunto de estrellas de gran fulgor y novedades de evidente interés.
¿ A quien podremos ver en JazzMadrid19?
Habrá jazz contemporáneo y aventurero en los conciertos de Myra Melford, Nubya García, Joe Lovano al frente del Tapestry Trio, Marc Ribot, Mina Agossi, David Virelles, Maher Beauroy, los dos grupos en Residencia de Conde Duque, y en el dúo conformado por Peter Brötzmann y Heather Leigh. Todos son especialistas en rastrear razonamientos alternativos para el jazz y, por lo general, también instrumentistas muy poco permeables a los objetivos de la industria.
De actualidad inmediata también nos hablarán los temarios preparados por músicos como Wallace Roney, Giovanni Guidi, o las parejas que componen Mike Stern y Jeff Lorber, y John Scofield y Jon Cleary.
A este último, por su circunscripción natural a la ciudad de Nueva Orleans, cabe inscribirle en el mismo grupo en el que suman esfuerzos otros artistas procedentes de aquel ámbito geográfico, presentes igualmente en JAZZMADRID19: Marcia Ball, Naughty Professor, Dirty Dozen Brass Band y Christian Scott.
La voz humana, que -a través de los blues, las canciones de trabajo y los espirituales- llegó al género afroamericano mucho antes de que éste fuese bautizado con el nombre de jazz, tendrá también su apartado específico. Queda esta vez al cuidado de la aristocrática Eliane Elias y de la original Youn Sun Nah, pero también de Stacey Kent, Camille Berthault, Lizz Wright, Karrin Allyson, Patricia Barber y Rebekka Bakken. Todas son artistas de diferente talante e intención, pero con una fluidez de dicción y tesitura idénticas, de las que siguen abriendo fecundos caminos al jazz vocal.
Y lo mismo puede decirse de la expresividad flamenca que confraternización con la gran música libre prosigue siendo fuente de profundas reflexiones y estudios por parte de especialistas de cualquier lugar del mundo.
Vienen para probar el baterista Guillermo McGill cuyo espectáculo «Flamenco Trane» integra al saxofonista Perico Sambeat; la flautista María Toro, probablemente la instrumentista más aventurera surgida tras Jorge Pardo, y como consecuencia de él; y el propio Jorge Pardo como componente del supertrío que completan Carles Benavent y Tino Di Geraldo. En este capítulo, que habitualmente se incluye en el genérico jazz latino, también destaca la afrocubanía del pianista Roberto Fonseca, que esta vez nos visita en orden de trío.
El capítulo local prosigue aún con la atención que este encuentro presta desde siempre a nuestras escuelas y conservatorios, donde aprenden las que serán nuestras estrellas del mañana. El protagonismo en este apartado vuelven a tenerlo las big bands de los Conservatorios de Arturo Soria y Amaniel, y de la Escuela de Música Creativa, que este año da un giro a sus planteamientos, proponiendo un jazz más adulto después de haber reemplazado a la Creativa Junior Big Band por la gran orquesta de la escuela, la Creativa Big Band.
Los diferentes escenarios registrarán, no obstante, un aumento de temperatura con los conciertos de tres personajes para los que los diccionarios y enciclopedias especializadas reservan, habitualmente, un espacio privilegiado. Hablamos del ya mencionado pianista Herbie Hancock, del contrabajista Ron Carter y del trompetista Charles Tolliver. Con su continua y acertada toma de decisiones durante las seis últimas décadas, los tres gozan de la prerrogativa de haber entrado en el territorio de las leyendas. Es excelente la forma en la que se encuentran, por lo que, es seguro, sus conciertos serán una sucesión de ágiles destellos preciosistas.
Y, de la emoción artístico-histórica, a la constatación de que JAZZMADRID sigue manteniendo -e, incluso, amplifica en este ejercicio- algunos de los rasgos que ya han hecho de su convocatoria una cita singular. El más importante, sin duda, la condición integradora que caracteriza su quehacer, volviendo a destapar el vínculo establecido entre diferentes espacios que, como las iniciativas del Ayuntamiento de Madrid, «Jazz en los Distritos» y el Festival de Jazz de Ciudad Lineal, el Círculo de Bellas Artes, El Instituto Francés, y, aún, la red de salas y clubes de la Asociación La Noche en Vivo, ya programaban jazz en sus escenarios.
Fiel, finalmente, a su planteamiento de sensibilización cultural, JAZZMADRID extiende también sus actividades a parcelas tan sugestivas como la danza, el cine, la literatura, el debate o la presentación de libros, consciente de que, en la medida de lo posible, es preciso mostrar el hecho musical en relación con el contexto estructural que es capaz de generar. Y, así, para representar mejor el asunto que se desea divulgar, vienen diferentes periodistas y teóricos del jazz, dispuestos, unos, a debatir, y, otros, a pronunciar conferencias muy variadas. Un ciclo de documentales musicales persigue el mismo cometido, y la voluntad de la bailarina Lucía Marote, realizando un homenaje a Ella Fitzgerald, tampoco escapa a estas intenciones.
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